Sin aliento
fuerzas, pero no había escapatoria.
Me desperté y me alegré de que sólo hubiera sido un sueño. Pero me desperté raro. Algo pasaba. Todo a mi alrededor era blanco, estaba en una sala muy extraña. Estaba atado a una especie de camilla. De repente una puerta se abrió. Se acercaron. No eran humanos.
Buen trabajo, en un microrrelato intrigante, con un punto de "miedo". Me ha gustado mucho. Felicidades.
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