LAS ANTÍPODAS
Había una vez un hombre enamorado de una mujer que vivía en las antípodas. Él quería ir a verla, y como no era rico no podía permitirse un transporte hasta allí. Así hizo lo que cualquier otro haría: decidió hacer un agujero hasta su objetivo con un alambre que tenía tirado por su casa. Se entrenó día y noche haciendo pequeños hoyos por todo su pueblo. Después de tres semanas de duro entrenamiento y una dieta equilibrada, ya estaba listo. Y empezó a cavar el gran túnel. Cuando cruzó toda la tierra y llegó, descubrió que ella también lo amaba y que había tenido su misma idea, y en esos momentos debía estar ya en el pueblo del pobre hombre. Obviamente a la mujer también le pasó lo mismo, y los dos volvieron atrás para encontrarse. Al llegar vieron que el otro había hecho lo mismo, y... bueno el resto ya se sabe, que esto es un microcuento y tenemos pocas palabras.
Es un poco "tonto" y muy divertido.
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