Crónica: David Enri

El Tresor del Pirata Negre

Cuando me dieron el papel ya supe que no sería fácil aprenderlo. En total había seis escenas y dos entreactos. Para variar, me tocó interpretar a un malo, el conde Onofre, un tirano cruel y cobarde que vive en un castillo. Lo primero que hice fue inspeccionar todas las frases que me tocaba interpretar, no leer, sino interpretar. Los primeros días de talleres fueron leer el papel, después cuando ya teníamos un poco dominado el texto, empezamos a actuar encima del escenario.

Tras pasar los tres meses de ensayo llegó el gran día, el día de la obra de Teatro. Yo creo que era el único que no estaba nervioso, ya que anteriormente ya había hecho teatro dos veces. Por la mañana del día 24 de abril nos fuimos a hacer un ensayo general. Las vestimentas nos las hicieron las madres de algunos de los alumnos del colegio, y hay que decir que estaban muy bien. Después de hacer un gran ensayo general, nos fuimos a comer a casa, por la tarde era la obra para los padres.

Llegamos sobre las cinco de la tarde, y ensayamos una escena, especialmente mía, que estoy solo en el escenario. A las seis de la tarde se abrieron las puertas para que los padres pasaran a sentarse. Nosotros actuamos después de los otros tres talleres, Combo musical, Voz y Expresión. Después de que los otros tres talleres acabaran,llegó nuestra hora. La obra nos salió muy bien, por mi parte tengo que decir que no me equivoqué en ningún momento. Al día siguiente la volvimos a interpretar, me equivoqué un poco más pero nos salió muy bien.

Mi opinion

Esta experiencia es única, desde hacer amigos mientras interpretamos, hasta apoyar a la gente que esta nerviosa o que le cuesta actuar. Una de las cosas más gratificantes que yo sentí fue, cuando al acabar una escena, nos dábamos la mano y nos abrazamos con el significado de que había salido bien y que nos apoyabamos. Para mí el teatro es una parte de mi vida, ojala me pueda dedicar a ello.