miércoles, 11 de junio de 2014

Crónica: Rubén Tenorio

El gran día, el gran momento


Cuando salieron los talleres que le iban a tocar a cada uno y vi que me había tocado Combo, tenía claro que quería tocar el piano. Llegamos a clase y el profesor nos dijo la canción que habíamos de tocar, y nos preguntó que cuál era el instrumento que queríamos tocar, yo claramente respondí que el piano. Cuando nos dieron el papel, y yo ya me lo empezaba a saber, me cambió el papel y me asignó uno más complicado, pensé que no me lo iba a aprender, y efectivamente, aun no me lo sé.

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Clases después, nos dijo que nos habíamos de aprender una nueva canción y yo le dije que quería tocar el piano otra vez pero me asignó el Goliath. Yo no quería tocar el Goliath, y me aguanté, aunque a escasas clases de la obra, uno de los que tocaba el piano dijo que no quería tocarlo y Bernat me lo asignó a mí. Esta canción sí que me la aprendí, aunque no entiendo como ésta sí y la otra no.
En el momento que llegó el día de la obra, nosotros estábamos muy nerviosos, y seguramente los demás también, pero nosotros estábamos juntos en ese momento, ya que los dos tocábamos juntos el piano.

La obra salió bastante bien, tanto la nuestra como todas las otras. Todo el mundo pensaba que su obra no iba a salir pero la de los demás sí, pero siempre salen todas bien...

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