El peor día
Cuando nos despertamos, estábamos en el hospital de Barcelona. Nos chocamos con el coche de Pancho, gracias que tenía airbag, eso que era un coche viejo.
Al día siguiente, me desperté con el brazo enyesado y el pie roto, no podía caminar, tenía que ir toda mi vida con silla de ruedas.
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