Crónica: Ingrid Salvador

CRÓNICA : Can Rajoler

Era 24 de abril, por la mañana habíamos ensayado nuestra aparición en la obra “El tresor del pirata negre”, como indígenas; también dos canciones que habíamos preparado durante todo aquel trimestre. Las canciones eran “Every breath you take” de Police y “Rolling in the Deep” de Adele. Todas estábamos muy entusiasmadas pero a la vez muy nerviosas.

La obra de teatro la realizaban los alumnos de 1º y 2º del taller de teatro. Era la primera vez que harían la obra delante de alguien que los juzgaría y los valoraría. Prácticamente a nosotras, alumnas de 1º y 2º del taller de “Una sola veu” y a los músicos de 1º y 2º del taller de combo nos pasaba lo mismo.

En esa actuación los padres estarían pendientes de todo, de la pronunciación, los movimientos, la manera de desenvolverse encima de un escenario. . . En fin, todos teníamos miedo.

Nosotras salíamos las primeras junto con combo. Se abrió el telón, los focos nos deslumbraban la cara, los músicos empezaron a tocar, seguidamente sin darme cuenta de nada de lo que ocurría empezamos a cantar. El público nos aplaudió, saludamos y nos fuimos.

Después de nuestra actuación, actuaba el taller de expresión corporal que hacía una demostración, solo con gestos, de un atraco a un banco. Por desgracia no lo pude ver ya que nos fuimos al vestuario nada más acabar la actuación para vestirnos de indígenas para la obra de teatro que empezaría justo después del taller de expresión.

Estábamos asustadas, nerviosas, algunas temblando. ¿Y si se nos olvidaba lo que teníamos que decir? ¿O lo que teníamos que hacer? Empezó la escena en la que salíamos, salió perfecta, mucho mejor de lo que nos habíamos imaginado.

Al finalizar la obra todos los que habían participado en ella salimos a saludar, me sentía como si me hubiera quitado un peso de encima, menos por un pensamiento que me vino ala mente: al día siguiente lo repetiriamos todo otra vez . . .

Viernes 25 de abril, por la mañana ensayamos otra vez las dos canciones antes de que empezara todo. El orden sería el mismo: taller de voz y combo, taller de expresión, y teatro.

Al ser el segundo día, nos sentíamos más relajadas, además esta vez sería delante de nuestros compañeros del instituto, nuestros amigos y profesores.

Cantamos, nos fuimos a cambiar de ropa y al llegar al punto en el que teníamos que salir a escena nos llevamos una sorpresa. El canal de televisión “Vallès Visió” grabaría la obra y la emitiría, creo que ese mismo día. Al acabar la obra, cuando ya estábamos recogiendo algunos decorados, “Valles Visió” hizo pequeñas entrevistas a algunos personajes y a Pitu Camps, el encargado del taller de teatro y director de nuestro instituto.

A todos nos ha gustado mucho participar en este nueva experiencia; una experiencia que ha integrado en una actuación teatro, expresión corporal, instrumentación y canto. A mi, personalmente, me ha resultado emocionante y muy gratificante. Emocionante en el sentido de que me ha ayudado a superar retos y gratificante porque el hecho de superarlos me ayudará a superar otros, en el futuro. He aprendido que toda actividad requiere una preparación, un esfuerzo, un trabajo en equipo . . . Y además, ¡me he divertido!